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El trabajar desde casa parece ser el sueño de muchos y la realidad de otros, pero como toda modalidad tiene sus ventajas y desventajas. En Air Computers preparamos estos mandamientos del home office para que la cuarentena no te duerma ¡porque la tecnología está más despierta que nunca!

  1. Respetá los horarios que estableciste

No llegar tarde al trabajo debería seguir siendo una regla, también en tu casa. Asegurate de que el inicio de tu jornada laboral te encuentre ya preparado para arrancar, en lugar de en pijamas remoloneando. La vestimenta también te ayuda a enfocarte: vestite y bañate para comenzar un día a full.

  1. Armá tu espacio de trabajo

Sondeá tu hogar y elegí un espacio que puedas dedicar de manera exclusiva a tus actividades profesionales, al menos por lo que dure la cuarentena. Hacerlo cómodo y funcional evitará que andes dando vuelta por toda la casa y confundas el ocio con el trabajo. 

  1. Fijá límites con quienes vivís

Si compartís tu vivienda con tu familia o pareja, haceles saber que no estás de vacaciones ni tampoco disponible. Para muchos es difícil entender esto, pero las responsabilidades muchas veces se trasladan y potencian cuando uno trabaja de manera remota, por lo que necesitarás de su cooperación para lograr el éxito.

  1. Respetá tu recreo

Así como te fijás un horario de ingreso al trabajo, te recomendamos hacer lo mismo con tus breaks. Un momento para almorzar, para tomarte un café o para charlar con un amigo son también necesarios, incluso en el home office, y te ayudará a vencer el gran desafío: separar el trabajo del placer.

  1. Domá las distracciones

Mucho se ha hablado de que el home office resulta más productivo, debido a que uno se libera de distracciones como el movimiento, el teléfono, las conversaciones, etcétera. Lo cierto es que en el hogar, las tentaciones son otras: el sofá, Netflix, el celu. Es acá donde aparece el nivel de autodisciplina de cada uno, y la importancia de posponer esos placeres para el break.

  1. Ponele fin a tu día

Desconectate a una hora determinada. Tan necesario como la disciplina para empezar el día de trabajo es tener la disciplina para terminarlo. Si desarrollás hábitos insalubres como una jornada de trabajo de  24 horas, tu productividad y calidad de trabajo inevitablemente descenderán.